sábado, 16 de marzo de 2013

Acepta la dualidad, compréndela y sácale partido.



Rasga el velo de la dualidad

Uno sólo es capaz de comprender y crear en su vida lo que cree que es su verdad. 
 El único significado que existe es el que Vd.le da.
¡Tú puedes hacer que las cosas ocurran!.
La energía neutral e imparcial, contaminada por las creencias persona-
les, se convierte en sentimientos, pensamientos y emociones específicos
que, a su vez, crean nuestras experiencias vitales.
 Las creencias provocan automáticamente que nos sintamos y nos comportemos de una manera determinada. Tratar de evitar, eliminar o modificar pensamientos, sentimientos o emociones que no deseamos es una tarea imposible porque sus raíces (las creencias) todavía están enterradas.
Existir con estos pensamientos, sentimientos y emociones nos permite estar en contacto con las creencias que los han causado. Considerarlos neutrales posibilita la asociación de cualquier significado. En lugar de decir: «Esto me está causando muchos problemas», podemos simplemente preguntarnos: 
«¿De qué forma podría esto ayudarme?». Al modificar mentalmente una situación negativa en una que resulte útil, uno anima y actualiza la capacidad consciente de crear una nueva realidad para sí mismo y para su mundo.   Las creencias y sus causas se hallan en la mente consciente. Muchas personas asumen que estas creencias están enterradas para siempre en el pasado de esta vida o quizás incluso de otra.
 A menos que cambien esta creencia, no serán capaces de crecer y expandirse
 Todas las creencias posibles están con nosotros en todo momento.
 Es hora de examinarlas y abandonar aquellas que nos imponen limitaciones tales como: «No puedo hacer este trabajo porque no soy suficientemente in-
teligente», o «No puedes tenerlo todo en esta vida», o incluso
 «Todos tenemos que envejecer y morir». 
Ha llegado el momento de darnos cuenta de que cualquier idea que consideremos verdadera es una creencia con la que cargamos y que crea y moldea nuestra realidad personal.
   En cuanto identificamos una creencia, podemos modificarla y crear
una nueva realidad. Si uno se siente enfadado o triste por algún motivo,
puede preguntarse qué creencias debe de tener para sentirse de esta
manera. Luego puede reconocer las creencias que tiene. Descubrirá que
no hay ninguna razón verdadera que pueda justificar la rabia o la tris-
teza, a excepción de la ilusión (creencia) de la separación. Aceptar una
comprensión más amplia y unificada de su situación crea emociones
tiernas que, a su vez, generan pensamientos completamente distintos de
los que tenía previamente. También cambia la manera en que uno actúa
 
   Todas las creencias contienen su propio sistema intrínseco autoper-
petuado de lógica y evidencia. Cada creencia tiene su racionalidad,
su verdad relativa y su perspectiva. Si una persona pobre piensa que
es legítimo robar a los ricos porque éstos explotan a los pobres, es
probable que se convierta en un ladrón e incluso que no se sienta mal
por ello. En realidad, se ha creado sus motivos para pensar de esta
manera. El principio básico es que uno sólo es capaz de comprender
y crear en su vida lo que cree que es su verdad. Uno sólo ve lo que
cree, ni más ni menos. No hay ninguna otra realidad, a excepción de
la que uno se crea en su interior. Las cosas no le «ocurren» a uno sim-
plemente, sino que uno hace que le ocurran. La verdad suprema de la
vida no está basada en una idea; es el estado de la consciencia el que
crea desde su interior cualquier cosa que quiera, sin límites. Estamos
en una figura humana para aprender conscientemente el oficio de la creación. La dualidad sólo existe en las mentes de aquellos que mantienen una percepción dual. La unidad, por otro lado, existe solamente en las mentes de aquellos que
consideran todo como una sola cosa. Formarse para ser médico puede
parecer bueno para uno y malo para otro. Lo que para una persona es
una experiencia terrible para otra puede que sea un alivio. Muchos sol-
dados que luchaban en la línea de frente en la segunda guerra mundial
se alegraron mucho cuando resultaron heridos a causa de las metrallas
o los disparos, porque significaba el abandono del frente de batalla para
regresar a sus casas. En cambio, una persona herida en los alrededores
de su casa puede no alegrarse en absoluto porque es posible que se la
lleven al hospital.
La consciencia de nuestro Yo Superior no busca ninguna fuente externa para que le suministre conocimiento, mientras que nuestro yo humano depende de
nuestros sentidos y de nuestra mente para reunir información e ideas. El
Yo Superior se ve reflejado en todo y busca unir los opuestos, mientras
que el yo inferior se ve separado de todo y trata de dividir las cosas en
objetos aislados en el tiempo y el espacio.
 No obstante, ningún estado de consciencia es correcto o erróneo, ni mejor o peor.
 Cada estado tiene su propio valor; uno está para aprender sobre la dualidad y el otro para dominarla. Cuando descubra su poder creativo, lo podrá dirigir de la forma que desee. Incluso, a medida que las palabras de este libro entran en el espacio de su mente, está teniendo lugar una reestructuración de todas las distintas partes dimensionales de su ser que le ayudarán a crear el dominio consciente de cada momento  de su vida. Mientras se despliega este proceso, sabrá que:

1.   El único significado que existe es el que Vd. le da.
2.   Su propia experiencia es la que dice que es. Nada ni nadie más puede
      definirla.
3.   Dado que es exactamente quien dice que es, entonces, en cada nue-
      vo momento, tiene la elección de modificar su vida.

 Juzgar es el intento inconsciente de dar significado a las cosas y, por
tanto, nos define como jugadores de la dualidad.
estado de presencia, la presencia es muy importante,me habría atrevido más(es lo que dicen las personas que están recorriendo su último camino hacia la muerte.Tenemos neurogénesis,regeneración de neuronas, dopamina,se vive generando una ilusión, y se vive como si fuera ya.
El corazón tiene razones que la mente desconoce. 

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